lunes, 7 de julio de 2008

Un MD-88 fué al doctor

El MD-88 LV-VBX, salió para Coopesa en Costa Rica para recibir un check “C”, partió del Aeroparque el 24 de junio a las 8 horas e hizo escala técnica en Lima, Perú.

Al llegar, inmediatemente se comenzó con el trabajo, se despintó totalmente al avión, apareciendo los colores originales de Aerolíneas Argentinas de los inicios de los 90 (celeste y azul), esa pintura costó mucho sacarla. Luego, para iniciar la inspección, se colocó al avión sobre apoyos (10 en el fuselaje y 8 en las alas).

Luego del armado de las partes y sectores inspeccionados, se comenzó con la pintura del avión con dos manos de pintura blanca (fuselaje), azul (deriva) y blanco en el panel anti-resplandeciente en la zona delantera de proa inmediata a los parabrisas de la cabina de pilotaje.

Una vez seca la pintura exterior, se bajó al avión de sus apoyos y se aplicó el color original de McDonnell Douglas dentro de la cabina de pilotos, exteriormente se comienza con la aplicación de los logotipos e isologotipos empapelándose todo el fuselaje, y colocándose stencils y plásticos.

Como dato interesante se puede destacar que el stencil derecho difería de tamaño con respecto al izquierdo (por las diferentes posiciones del logo de Austral) por ello se tuvo que fabricar en Coopesa, lo mismo ocurrió con el sol de la bandera argentina.
También se colocan todos los rótulos exigidos por manual.

Las alas también se desarman para la inspección, terminado el trabajo se rearman y se lijan los intradós y extradós alares, luego se pintaron con el color gris solicitado por Austral.
Varios días se trabaja puliendo los borde de ataque de todas las superficies hasta llegar a parecerse a un espejo.



Mientras tanto, en forma separada, se pinta y balancea el timón de direccion (rudder) y se prepara el cono de cola, estas partes son de material compuesto.
También se recorren las cocinas, máquinas de caffé, baños, se revisan los chalecos salvavidas y toda la estructura interior del fuselaje, que se encuentra debajo de los paneles antirruido.


Luego, se coloca combustible en el depósito central para verificar la existencia de pérdidas, una vez dado el OK se transfiere a los depósitos laterales.

En el interior del fuselaje se instalan los asientos (de pilotos y pasajeros) y se prueban todas las máscaras de oxígeno, cambiándose las defectuosas. La configuración interna es de 160 pasajeros en clase única.

Ya en el exterior del hangar se enciende y realiza la prueba de la APU y se procede a probar la presurización.



Una de las últimas tareas es realizar el pesado del avión durante dos horas, detectándose una disminución de peso de 800 libras, producto de la remoción de la pintura original de fábrica (Peso total 81137 libras).

Debido a la cantidad de items revisados (1200), hacia el final del trabajo se realiza una contabilidad para control.

Finalmente, el miércoles 2 de Julio se realizó el vuelo de prueba, que duró 3 horas, en el que se comprobó el funcionamiento correcto del avión, esperándose el vuelo ferry de traslado al país.



Sin dudas un excelente trabajo a cargo de la gente de Coopesa.


Gonzalo Carballo


Agradecimientos y fotos: Juan Carlos Rodríguez.

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