Servicios regulares de LADE a Malvinas
Las circunstancias de las misiones cumplidas por este avión en particular reúnen ese encuentro entre lo humano y su trascendencia. Y a eso me voy a referir en cuanto a quienes trabajamos en un lugar común de la Fuerza Aérea Argentina que nos define en algo más que lo que se sugiere al concepto definidamente militar de lo beligerante. Dentro de la Fuerza Aérea Argentina tuve el honor de pertenecer al Grupo ‘Búsqueda y Salvamento’. algunos de mis colegas me llamaban como apodo ‘bravo sierra’ “ché bravo sierra”…porque el avión al que dedicaba mis tareas como mecánico llevaba esa matrícula, lo que significaba que el propósito de estos aviones en la fuerza se había designado para las tareas de ‘Búsqueda y Salvamento’. Los tres aviones que llevaban estas matrículas: BS-01, BS-02 y BS-03 eran los aviones trifibios o anfibios Grumman Albatross.
Entre los años 1969 y 1973 me desempeñé como especialista motorista de estos aviones en las inspecciones y mantenimiento en el Taller Regional Quilmes.
Ya establecido en mi tarea de mecánico de estos aviones, fue en febrero de 1971 cuando el BS-03 realizó la primera evacuación sanitaria de un enfermo desde las islas Malvinas para su atención en territorio argentino. A partir de allí fue que los Kelpers comenzaron a ver con buenos ojos que de vez en cuando un Grumman Albatross de nuestra Fuerza Aérea estuviera acuatizado pegado a su Puerto Stanley. allí estaban nuestros aviones en misión pacífica y humanitaria, lo cual les inspirabas tranquilidad y confianza en nuestra gente. Tanto fue así que acordamos en formalizar frecuencias de vuelos regulares a las islas mediante un convenio con LADE, (Líneas Aéreas del Estado).
Parte de la comisión de auxilio al BS-02
He aquí que en ocasión de la puesta a punto del primer vuelo regular, me tocó participar en la culminación de la inspección que efectuamos al BS-02 que entregamos con puntualidad a la tripulación que encabezaba por entonces el Capitán Cano como piloto del avión. Si cabe imaginar lo siguiente: cuando dimos por finalizados los trabajos, una tarde poco antes del atardecer, el Capitán Cano puso en marcha los motores, y luego de algunas pruebas, se encaminó a la pista. El equipo de mecánicos que habíamos participado hasta el punto cero de esos preparativos, observamos rodar el avión hasta la pista para presenciar el despegue. Permanecimos rígidos viendo cómo ese Albatross levantaba vuelo pesadamente en dirección al río; despegó sin elevarse demasiado, y para nuestra sorpresa continuó el giro efectuando un vuelo rasante sobre la plataforma donde estábamos el equipo de mecánicos. Si uno no tuviera el pudor de pasar por sensiblero y hombre maduro, más aún siendo militar, costaría confesar que realmente en ese momento se nos llenaron los ojos de lágrimas; era el atardecer, la culminación de un duro día de trabajo, y sabíamos que temprano al día siguiente saldrían desde Tandil hacia Comodoro; y de allí a nuestras islas Malvinas. En memoria de la tripulación, a su regreso, supimos a través de ellos que con los malvinenses habíamos compartido las mismas emociones; los habían recibido y los habían despedido sin escatimar en afectos y emociones.
Entre todas estas experiencias que han quedado registradas en mi memoria, he recuperado algunas fotos en que me encuentro entre otros compañeros en momentos en que debimos concurrir a efectuar un cambio de un motor del BS-02 que al retornar de uno de los últimos vuelos a las Islas Malvinas debió efectuar un aterrizaje de emergencia en Puerto de Santa Cruz. Un documento inédito y único que quisiera compartir con todos a quienes nos une el mismo espíritu aeronáutico.
En este fragmento pequeño, sintético, y al mismo tiempo significativo de mi biografía, creo que me tocó vivir un momento que humanamente debiera ser recordado, hechos quizá indebidamente estén en vías de olvidarse.
Oscar posando junto al mismo avión en la actualidad en el Museo Nacional de Aeronáutica
Quisiera aquí hacer un homenaje a mis colegas mecánicos que tripularon esos vuelos, Sb. M. Corseto, Contino, Bidegain, y quienes injustamente quedaron en el olvido del proceso de abordaje pacífico de nuestras Malvinas en aquel histórico evento, en cuanto estuvimos en el mejor momento de consolidarlas e integrarlas sin necesidad de ninguna guerra ni hecho violento. Quiero sumar esta crónica para que la historia consolide y considere toda la verdad y no solo una parte; soy testigo de que con la paz hubiéramos llegado a realizar los objetivos que nos frustró una guerra absurda.
Las operaciones de transporte aéreo de LADE en las Islas Malvinas comenzaron el 15 de febrero de 1971, el Grumman Albatross, con la matrícula BS-03, perteneciente al Escuadrón Búsqueda y Salvamento amerizó por primera vez en la bahía frente a Port Stanley en las Islas Malvinas y realizó una evacuación sanitaria hasta Comodoro Rivadavia. El 3 de julio de ese mismo año efectuó el primer vuelo con pasajeros hasta las islas. En agosto dos vuelos más, efectuando en el primero, una nueva evacuación sanitaria, realizando el 20 de agosto el primer vuelo oficial de correo.
El 1° de julio de 1971 se firmó la Declaración Conjunta de Buenos Aires por la cual nuestro país se comprometía a establecer comunicaciones marítimas y aéreas regulares entre las Islas Malvinas y el continente.
El BS-02 recién terminado de restaurar.
El 12 de enero de 1972, el anfibio BS-02 inició los vuelos regulares de LADE desde Comodoro Rivadavia hasta las Islas Malvinas con frecuencias quincenales. Se hicieron un total de 30 vuelos con estos hidroaviones, que amerizaban frente a Port Stanley, habilitados para transportar 6/8 pasajeros, los que insumieron 203 horas, realizándose el último vuelo el 15 de noviembre de 1972, finalizando de esta manera una tarea realmente valedera como precursora del servicio aéreo de transporte de pasajeros y carga hacia y desde las Islas Malvinas. Ese día continuó la operación el biturbohélice Fokker F-27, matrícula T-43, del Escuadrón IV de la I Brigada Aérea de El Palomar, en la pista de chapas de aluminio de sólo 730 metros de largo, construida por el Grupo I de Construcciones de la Fuerza Aérea en la zona de Cabo San Felipe (Hoockers Point) a 5 kilómetros de Port Stanley. Desde ese día hasta del año 1978, los Fokker F-27 volaron 2.709 horas desde Comodoro Rivadavia, en el servicio aéreo regular LD 200/201 que terminó por asegurar el enlace aéreo con las islas.
El 17 de mayo de 1978, la era del jet llegó a las islas, ya que se realizó el primer vuelo con un birreactor Fokker F-28, matriculado TC-52, del Escuadrón II de la I Brigada Aérea, cumpliendo el servicio LD 350/351. La operación de los reactores, siempre desde Comodoro Rivadavia, que volaron en total 639 horas hasta el 31 de marzo de 1982, se desarrolló en la pista de capa asfáltica construida por los británicos en la península de Freycinet.
Desde el 15 de febrero de 1971 al 31 de marzo de 1982, se hicieron 1.515 vuelos de Líneas Aéreas del Estado (LADE), que transportaron 21.597 pasajeros y 465.763 kilogramos de carga; esa cantidad de servicios insumió 3.553 horas de vuelo.
Recordemos como decimos aquí, que hasta el 31 de marzo de 1982 manteníamos una relación inmejorable con los habitantes de las Malvinas, había una cantidad importante de kelpers cursando estudios en las diversas universidades de las provincias argentinas, pacientes atendiéndose en los hospitales, muchos aprendiendo nuestro idioma y nuestras características culturales, hasta se estaban generando relaciones de amistad entre ambas poblaciones en forma creciente, y hasta cabe mencionar incipientes relaciones sentimentales que se encaminaban a emparentarnos por primera vez sin ningún tipo de prejuicios, porque los pueblos se expresaban desde su buena voluntad y su espontaneidad libremente. De hecho existía un proyecto nacional que establecía un proceso de acercamiento e integración de forma pacífica y progresiva de los habitantes de las islas con nuestro país. Debemos saber también los argentinos, que la primera vez que la Bandera Argentina flameó oficialmente en las Malvinas fue en la inauguración de la escala regular que LADE iniciaba a las islas, en esa oportunidad el gobernador colonial y la población reconocieron el profesionalismo y la disposición del personal argentino y aceptaron gratamente la presencia del personal destacado de LADE y de las tripulaciones con expresiones de cariño y reconocimiento.
No olvidemos que solo dos días después de aquel último vuelo regular que nos unía con las islas, el tristemente recordado 2 de abril de 1982, desdichadamente e imprevistamente debido a las desinteligencias de la cúpula militar que gobernaba a la Argentina por aquel entonces, en una acción canalla y alocada, un grupo de militares argentinos fundamentalistas representantes del gobierno de la dictadura se encargó inútilmente de arruinarlo todo.
Oscar Clemente Bazzani
Agradecemos la colaboración de Oscar Bazzani
Un trabajo delicioso como siempre muchachos.Un gran abrazo para ustedes y aunque no lo conozco,saludos y mis respetos al Subof.Bazzani.
ResponderEliminarHernan Tejeda
Gracias Hernan, nos encanta poder publicar estas cosas y RESCATAR nuestra historia!!!
ResponderEliminarExcelente recuerdo del silencioso y esforzado trabajo de ntros. militares de la Fuerza Aérea que han sabido cumplir con su misión a favor de la paz y lamentablemente también durante la guerra.
ResponderEliminarUn enfoque distinto y poco difundido del Subof. Bazzani. Mis respetos y felicitaciones.
Jorge Leonardi
quisiera hacer una pequeña aclaración y dejar constancia que los últimos años,los BS- operaron de la vii brigada aérea de morón, de los cuales fui mecánico en instrumental y piloto automatico de los mismos y también los DC-3 que operaron en la antartida
ResponderEliminarSuper interesante, ese era el camino para la recuperacion, los medios a disposicion y el esfuerzo humano de acercarse a una población necesitada de medios y calidad . Excelente articulo.
ResponderEliminarGRACIAS!! GRACIAS!! Excelente nota!! Sobre todo la parte final!!
ResponderEliminarSaludos amigos!