Luego de operar con Austral Líneas Aéreas los YS-11 fueron comprados por LAPA (Líneas Aéreas Privadas Argentinas), y con ellos, la empresa volaba a General Pico, General Roca, Neuquén, Bahía Blanca, La Plata, Mar del Plata, Necochea y Santa Teresita.
Personal de LAPA
Gte de operaciones e instructor: Sr Juan Manuel Merlo.
Pilotos: Andres Charquero Cruz, Antonio Montes, Bercheni, Guillermo Heynkel, Ricardo Ohoka, Carlos Martinez, Garcia Leiva, Comandante Begni, Comandante Carimato, Comandante Dress, Mario Avancini, De Víctor, Erradon, Perez Pons, José Duca.
“El Planeador Japonés”
Se había realizado una Inspección Mayor al avión y finalizada, se procedió a realizar las clásicas pruebas en tierra. Se solucionaron las habituales novedades que aparecen luego de una recorrida de esta índole y se dejo listo el avión para el vuelo de prueba.El día del vuelo se realizó bajo los mandos del Comandante Sr. Anchorena, y como Técnicos encargados de la Inspección Mayor, los Sres. Penella y Petroccello. Tras el despegue, se solicito a BAIRES un sector de maniobras, asignándosenos una zona en las inmediaciones de la ciudad de La Plata. Se realizaron diversas pruebas de acuerdo al manual del fabricante y una de ellas requería la entrada en bandera de la hélice ante una presunta detención del motor.
Con 6000 metros se procedió a la detención del motor derecho, entrando en bandera automáticamente la hélice, tal como correspondía y continuándose el vuelo en forma normal, propulsados por el motor izquierdo. Transcurridos unos minutos, mientras se hacían unas verificaciones, el generador izquierdo, del motor operativo, se sale de barra y por consiguiente, al estar detenido el motor derecho, el avión queda energizado solamente con carga de baterías e inversores.
Por un motivo que en ese momento desconocíamos, de repente se produce un apagón eléctrico total del avión y como nos hallábamos a unos 5500 metros de altura, donde por cuestiones de diseño se requiere que las bombas reforzadoras de combustible ubicadas en los tanques, estén operativas para evitar que los motores absorban el vapor producido en los mismos, fenómeno que se producía a partir de los 4000 metros, estas, por falta de energía eléctrica se detienen. Obviamente a los pocos instantes se produce la detención del motor izquierdo por ingreso de vapor de combustible a su sistema y para mayor complicación, ante la falta de energía eléctrica, la hélice no se va a bandera y queda en molinete afectando seriamente la condición de vuelo del avión.
Ante esta situación, el Comandante ordena distribuir las funciones operativas en cabina, encargándose el mismo de volar el avión, el copiloto de realizar las comunicaciones declarando la emergencia, cosa imposible ante la falta de energía eléctrica y deja a mi cargo las maniobras para tratar de poner en bandera la hélice izquierda y recuperar la energía eléctrica.
Tras varios intentos pude llevar la hélice izquierda a bandera, recuperándose en gran medida la capacidad de vuelo del avión… como planeador!, por lo que ante su cercanía se decidió dirigirse para el aterrizaje o al menos intentarlo, en el Aeropuerto de La Plata. Mientras tanto, desde mí puesto de mecánico, continué intentando poner en marcha el motor derecho, el cual sabíamos que no tenia problema de generador y nos proveería energía eléctrica al estar en funcionamiento. Inesperadamente y casi diría milagrosamente, hubo como un parpadeo de luces indicadoras en los paneles y ante esa presencia de energía eléctrica, pude sacar la hélice derecha de su posición de bandera y arrancar el motor con el efecto molinete de la misma, lo cual nos permitió detener el planeo y comenzar a ascender desde tan solo 150 o 200 metros de altura y aun lejos de la pista de La Plata. Con el generador derecho operativo pudimos sacar de bandera el motor izquierdo, arrancarlo y ascender para dirigirnos a Aeroparque, donde aterrizamos sin inconvenientes.
Ya en tierra, más tranquilos y con el avión estacionado en la plataforma de mantenimiento, pudimos hallar la raíz de los problemas: El generador izquierdo dejo de funcionar por una falla en sus componentes internos, cosa común en esos modelos y las baterías, al ser estas de Nickel Cadmio, cuando una de ellas, por sobre carga se puso en corto circuito, arrastro a la otra a perder gran parte de su carga, provocando el “apagón”. La fortuna quiso que esta última batería recuperara algo de su carga al des energizarse todo el avión y fue la que nos permitió operar la salida de bandera del motor derecho y su posterior arranque.
Poco tiempo después, ante la consulta de nuestra parte al fabricante NAMC en Japón, nos enteramos que a un avión similar, le ocurrió un hecho exactamente calcado al nuestro, pero con la mala suerte de sucederle en una zona montañosa, donde la falta de altura sobre el terreno no les permitió disponer del tiempo que Dios nos dio a nosotros para salir de esa situación. Gracias a su excelente diseño y cualidades de vuelo, el YS 11 nos dio una oportunidad más… Esta vez como Planeador….
Relato de Adrian M. Petroccello.
Colaboró: Haydee MicciulloMencion para: Carlos Medei, Bertoglio, Conrado Likpa, Adrián Petroccello, Marcelo Miranda.
Gracais por la publicacion Juan Carlos!!!!
ResponderEliminarGabriel A. Petroccello
gap2000@live.com.ar
Hermosa nota!! Ver esas fotos me trae recuerdos de algunas similares en las que salía mi papá también sentado en esos escritorios. Recuerdo que había una del personal de Austral con el instructor japonés Yasuo Nagase y la traductora oficial Susana Uno. Otra vez: Hermosa nota!!!!
ResponderEliminarGuillermo Caballero.-
Excelente Nota!!, el Sr. Ricardo Ohoka, gran persona y gran piloto, fue mi instructor durante mi breve periodo de alumno hasta alcanzar la licencia de Piloto Privado. Ricardo ha sido un Instructor increible, un genio. El me habia contado su experiencia con los YS-11. Por favor si alguien lo puede contactar, me gustaría muchisimo poder saludarlo. Mi nombre es Daniel Ferreras (daniel.ferreras1@aa.com). Muchas Gracias!!!!
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