El trabajo fue encargado a un taller de la zona de Morón (Bs.As.), que usando al 3-A-204 como modelo, aunque empleando madera, fibra de vidrio y tela, sobre una armazón de hierro lograron una muy respetable reproducción del gran caza de la guerra de Corea.
llegada a Cdte Espora, completamente desarmado y junto a un Bell 47 que se quedó allí.
(fotos: colección Fernando R. Jara)
Una vez terminadas las partes, fueron cargadas en un viejo camión Mercedes Benz y tras recorrer mas de 1.400 km por tierra, llegaron hasta Trelew, previo paso por Bahía Blanca, donde se aprovechó para descargar un Bell 47 que había adquirido el Museo de la Aviación Naval (MUAN). Corría la mitad de la década de los '90s y en el aeropuerto chubutense "Marcos Andrés Zar", se había preparado un pedestal frente a la terminal de pasajeros, y fue allí donde se armó el falso Corsair.
vista de la maqueta a fines de 1998 (Fernando R. Jara)
El F4U-5 originalmente expuesto en la zona era de la versión diurna, pintado en el esquema gris/blanco, y estaba ubicado en la rotonda que conduce a la Base Aeronaval. El nuevo avión, estaba pintado de azul oscuro, y era idéntico al exhibido en Buenos Aires. Fue colocado en el aeropuerto hacia 1995.
Pero por mas bien hecha que este, una maqueta nunca reemplazará al avión real, y con el paso de los años, no muchos por cierto, la estructura fue perdiendo su compostura y ya para 1998 tenía algunas partes deterioradas y para nada se parecía al avión que supo representar, pues la construcción de madera probó no ser apta para los vientos patagónicos.
Lo primero en desaparecer fueron las palas de la hélice, mas tarde cayó el estabilizador horizontal, y finalmente las alas se vencieron, dándole un aspecto de pájaro cansado. Con la llegada del nuevo milenio, fue retirada de su pedestal en el año 2000, y luego de un tiempo almacenada en la vecina Base Aeronaval Almirante Zar, el fuselaje solo fue enviado nuevamente a Bahía Blanca, donde quedó a resguardo del MUAN.
en el hangar principal del MUAN - Julio 2001. (Fernando R. Jara)
Es de destacar que "la maqueta" como se la conocía, tenía la primer estrella del motor R-2800 original, siendo quizás lo único de valor real que quedaba. Por ello, y aunque no se pudo rastrear el origen de ese motor, fue retirado de la maqueta y almacenado. A
Hoy en día, lo que queda de esa maqueta esta en los depósitos del Museo, esperando alguna definición sobre su futuro, que bien podría ser algún tipo de simulador de cabina, para que los niños puedan recrear lo que era ser un piloto de la 'Flotilla de Combate' en la mitad del siglo pasado.
fotografía MUAN
También, hasta no hace mucho, existía colgada de una pared del taller donde se fabricaron las piezas de fibra de vidrio, el molde de la hélice Hamilton Standard, con sus nada despreciables 4 metros de diámetro.
fotografía MUAN
Fernando R. Jara
Muy triste lo sucedido con nuestros Corsairs, me pregunto quién ganó con esto, a la vista sobra que nosotros no pues nos quedamos sin ellos y la maqueta demostró ser de mala calidad, al menos para exteriores. Realmente una pena, yo construí una semimaqueta para radio control de este mítico avion y cuando volví al museo para sacar fotos comparativas me dejaron con las ganas, me encontré con su pedestal vacio.
ResponderEliminarAntes de vender nada habría que ver cual es el fin de nuestra historia.
Saludos
Excelente relato y muchas gracias por ampliarlo Marcelo.
ResponderEliminarQuedamos a sus gratas ordenes
Staff LINEA ALA