viernes, 21 de noviembre de 2025

Aviación general en Neuquen

Movimientos de la ultima semana en Neuquén, además de los vuelos habituales, hubo bastante aviación ejecutiva y extranjera.



Gulfstream G550, N5569


Learjet 60, LV-GVT


Learjet 45XR, LV-CYQ


A320-271N 'Tucán Toco', CC-DIH, de Jetsmart Argentina


ATR 42-600, LV-KKZ, operado por American Jet.


fotografías: Valentín Artus


lunes, 10 de noviembre de 2025

La Aviación Naval abre sus puertas en Trelew

El domingo 09Nov, en la Base Aeronaval Almirante Zar (BAAZ), de la ciudad de Trelew, se realizó una Jornada de Puertas Abiertas, como viene siendo norma casi todos los años. Con gran presencia de público se congregaron aeronaves civiles y militares de la Aviación Naval, con la excusa de la presentación del 2do Lockheed P-3C Orion recientemente arribado (0891/6-P-58), y la despedida del servicio del Grumman S-2T Turbo Tracker.

Como ya se sabe, el veterano 0702/2-AS-23 es el ultimo Grumman en servicio militar del mundo, y por estos días viene haciendo una suerte de gira de despedida (bien merecida por cierto) por las distintas bases de la Armada, antes de su baja formal.

Mostramos algunas imágenes de lo que se vivió en la BAAZ, en una jornada llena de sol.













fotografías y agradecimientos: Ricardo Olmedo

Cuando la desidia vuela más alto que la memoria

 


 En Dic2012, gracias al arduo trabajo de la recordada agrupación Amigos del Museo Nacional de Aeronáutica y a las gestiones realizadas por sus integrantes, el Museo Nacional de Aeronáutica recibió en donación, por parte del Ministerio de Bienestar Social, un Swearingen SA226TC Metro II, un ejemplar que, a pesar de su significativo valor histórico, ha sido víctima de una serie de decisiones desafortunadas. 
    Este avión, que había estado en mantenimiento dentro de las instalaciones de CATA, nunca pudo recibir los trabajos necesarios debido a limitaciones presupuestarias. Con el posterior cierre de los talleres de la compañía, el biturbohélice permaneció almacenado en los hangares de CATA hasta que, mediante gestiones particulares, fue trasladado al hangar 4 del Museo en Abr2013
    El proceso de puesta en valor del aparato era una tarea de gran envergadura, que, como era de esperar, demandaba tiempo. Es importante recordar que la Fuerza Aérea Argentina operó este tipo de aeronaves en misiones sanitarias, pero no preservó ninguna de ellas cuando fueron transferidas al Ejército Argentino en 1991. 
     En su momento, el Metro parecía tener un futuro más prometedor en el Museo, pero con el paso del tiempo y la merma en la agrupación voluntaria que inicialmente se encargó de su restauración, el avión comenzó a deambular sin rumbo fijo por la plataforma de la base.  
    Finalmente, existió la propuesta de destinarlo a fines educativos en el CIATA (Centro de Instrucción de Aeronáuticos y Técnicos Aeronáuticos), aunque en esa misma institución ya se había recibido una aeronave similar de Gendarmería, que fue desguazada sin dejar rastro. Este trágico destino es el reflejo de un desprecio sistemático por la preservación del patrimonio aeronáutico nacional.
    El objetivo de un museo no es almacenar objetos en desuso, sino preservar la memoria colectiva, investigar, interpretar y transmitir el legado cultural a través de piezas que representan nuestra historia. El caso del Metro es un claro ejemplo de lo que sucede cuando se desatiende esta responsabilidad fundamental.
    En 2025, tuve la oportunidad de documentar el estado del Metro (LQ-MLV) a un costado del hangar de Alfo Pignato, donde ya presentaba evidentes signos de vandalismo. Poco después, un amigo me alertó sobre el hecho de que su fuselaje había sido retirado del interior de la base y puesto a la venta por un particular.
    Este avión había sido formalmente incorporado al Museo, y existe documentación que respalda su pertenencia. Sin embargo, hasta el momento, nadie, absolutamente nadie, ha alzado la voz para reclamar por él. Esta falta de interés solo aumenta el desconcierto, pues todo parece indicar que la decisión de retirar el avión del último lugar donde fue reportado fue tomada por el jefe civil del Aeródromo de Morón. Como tantas otras veces, esta situación representa una causa perdida.
    Es lamentable que muchos sigan evocando los días de la Guerra del Atlántico Sur, pero nadie haya tenido la valentía de preservar, siquiera mínimamente, los Boeing 707. No se trata de conservar un fuselaje completo —lo cual requeriría un presupuesto exorbitante— sino de al menos resguardar una cabina. Y, como siempre, la historia se repite: la pérdida del Hércules TC-65, la oscura enajenación del C-47 TC-32, o el absurdo histórico de no haber conservado ni un solo Calquín, aeronaves que representaron un importante hito en la historia de la aviación nacional.
    Es cierto que el espacio en el Museo es limitado, pero diversas escuelas técnicas aeronáuticas estarían dispuestas a recibir aeronaves que serían vitales para la formación de los profesionales del sector. 
    El Metro del Ministerio no era solo un avión, ni un simple conjunto de piezas de aluminio. Era un símbolo de la labor social, recorriendo el país de punta a punta para brindar asistencia y salvar vidas en un país donde la carencia es una constante, aunque muchos intenten ignorarla. Esta aeronave fue parte de una función social de innegable valor en una nación que aún sufre profundas desigualdades.
    Lo cierto es que la falta de visión y el abandono sistemático han sido los responsables de su desaparición. Y la conclusión es contundente: para que alguien haya tenido la oportunidad de adquirirlo, debe haber habido alguien que lo haya comercializado. Entonces, ¿dónde está la documentación que respalde esta operación? Porque no olvidemos que estamos hablando de un bien del Estado. Y en esta historia, no solo alguien lo hizo, sino que también alguien permitió que lo hicieran.
    Mientras tanto, la sociedad aeronáutica argentina vive ajena a lo que sucede. Hoy se pierde un avión y no hay explicación alguna. Lo que más duele no es el hecho en sí, sino la impotencia de ver cómo se acepta, en silencio, un hecho consumado, sin que nadie lo cuestione.
Carlos Abella


Detalle de la aeronave 
* cn. TC-257 Swearingen SA226TC Metro II - FF. Jun78 - N5462M Fairchild Aircraft Corp -registro cancelado 26Sep78-, LV-PAO Ministerio de Acción Social 11Dic78, rr LQ-MLV Dic78. - Almacenado en los hangares de CATA en Morón. Remitiso al MNA. Removido durante 2025 por un partucular.

miércoles, 1 de octubre de 2025

Colores Australes V - Actividades complementarias, imágenes similares


    
Poco tiempo después del surgimiento de las empresas Austral y ALA, se produjo una cierta complementariedad entre ambas, la cual fue creciendo con el tiempo hasta llegar a amalgamarse.
    A partir de la decisión de conformar una única empresa, la centralidad del Estado argentino sometió a estas compañías de capital privado a una contienda burocrática, propia de la idiosincrasia nacional.
    Dado que ALA necesitaba aeronaves, fue provista de DC-6 y de algún C-46 procedente de las filas de Austral. Tal como se citó en la entrada Colores Australes IV, la empresa ALA había realizado elevado una orden por cuatro turbohélices Fokker F-27 Friendship, los cuales finalmente no fueron incorporados.
    En virtud de la búsqueda de una nueva imagen, a partir del año 1966, la empresa Aerotransportes Litoral Argentino adoptó una nueva identidad visual. Esta consistía en un fuselaje completamente blanco, recorrido por dos cheatlines en azul y celeste a la altura de las ventanas. Observando la parte delantera, ambas líneas se dirigían levemente hacia abajo, hasta el morro de la aeronave, mientras que en la parte posterior ascendían por el timón, donde, a su vez, se había colocado una bandera argentina en la parte superior.
    La zona ventral se mantuvo completamente metálica, mientras que los títulos de la empresa —en este caso, la sigla separada por puntos— se adosaron de forma muy simple en la parte superior media del avión, en color celeste y con una tipografía sencilla.

    
Sin embargo, el manejo de la imagen aún se realizaba de forma heterogénea: el DC-6 LV-ILL, por algún capricho inexplicable, portaba los títulos en azul. La explicación podría encontrarse en que el día 11Oct67 había resultado accidentado en Ezeiza operando con Austral, siendo reparado y pintado con colores de ALA..
    Sobre la tapa del tren de aterrizaje delantero se exhibía un círculo que incluía el último dígito de la matrícula, seguido de la leyenda en negro: “Equipado con radar”. Asimismo, la identificación del aparato se ubicaba en la parte posterior, por debajo de las últimas ventanas, también en negro. El morro de los aviones mostraba el clásico babero negro antirreflejo.
    Este esquema fue aplicado en los DC-3 LV-GHZ y LV-GIB —remanentes de su flota primigenia— así como en los DC-6 y C-46 (LV-GEB, LV-GGL y LV-GGM) suministrados por Austral. Siempre hay lugar para las variantes, por lo que se puede destacar que el C-46 LV-GGM presentaba títulos de menores dimensiones.
    Por todo lo expuesto, puede afirmarse que la idea de una imagen comercial conjunta en la unión de ambas empresas se inició en ALA.
    En 1967, las empresas negociaron la incorporación de nuevo material de vuelo. Los aviones seleccionados fueron los turbohélices de origen japonés (YS-11) y los reactores BAC One-Eleven, fabricados en el Reino Unido.
    
Los primeros aviones en llegar fueron los destinados a Austral, que comenzaron a utilizar una imagen similar a la ya descrita, con la diferencia de que los cheatlines eran en rojo y negro. 
Aun así, el modernismo exigió algunas modificaciones: ambas líneas crecieron en proporción, ubicándose únicamente la superior a la altura de las ventanas. En el caso de Austral, esta línea era roja; para ALA, celeste. La diferencia más notoria, era que los reactores, en ambos casos presentaban la parte ventral en gris a diferencia del resto de los componentes de la flota, que se exhibían en metal.
    Con el tiempo, los logotipos de cada empresa se colocaron sobre el timón: el pingüino en las aeronaves de Austral, y la dicotómica figura de dos flechas en sentidos opuestos que formaban una letra "A" espejada, en el caso de ALA.
    También se simplificó la sigla en la parte superior del fuselaje: se presentó en menor tamaño, en estilo itálico y color negro. Los títulos de Austral se presentaban en color negro, con un cuerpo de mayores dimensiones que los de ALA, por encima de las líneas.
    Este diseño no llegó a ser implementado en los Douglas DC-6 que aún permanecían en servicio dentro de la flota de Austral. Estas aeronaves conservaron el esquema de pintura anterior hasta su retiro definitivo de operaciones.
    Hacia el año 1968, las empresas operaban sus aviones de manera indistinta, compartiendo flotas y recursos, lo que reflejaba una creciente integración operativa previa a la consolidación formal de la compañía. Esta etapa de transición marcó una fase interesante en la historia de la aviación comercial argentina, en la que convivían modelos, esquemas y estilos que pronto serían unificados bajo una nueva identidad corporativa.

    El Curtiss C-46 matriculado LV-FSA fue el único ejemplar de su tipo en la flota de Austral que recibió este esquema de pintura, el cual mantuvo —aunque con algunas modificaciones menores— hasta su venta en 1979. Este distintivo diseño lo convirtió en una aeronave fácilmente reconocible dentro de la compañía, destacándose entre los demás modelos operativos de la época.
    El esquema de pintura se mantuvo vigente hasta la conformación de la nueva empresa, el 23 de junio de 1971, momento en el que nació oficialmente Austral Líneas Aéreas. La nueva razón social no solo incorporaba el nombre de una de las compañías preexistentes, sino que también conformaba, de manera ingeniosa, la sigla de la otra, simbolizando así la fusión de ambas identidades.
    Este acontecimiento marcó el inicio de una de las etapas más representativas y coloridas de la aviación comercial argentina, caracterizada por una identidad visual distintiva y una flota variada. Este interesante período será abordado en detalle en la próxima entrega
.

Próxima entrega: Una explosión de Colores.

sábado, 27 de septiembre de 2025

Fokker F.28 en Zapala (Neuquen)

Este viernes 26 de septiembre, el infatigable Fokker sigue cumpliendo con vuelos logísticos, esta vez trasladando personal de Ejercito desde Zapala, en la provincia de Neuquen hacia El Calafate, en el sur Argentino, donde participarán en ejercitaciones programadas.

En una breve escala, el TC-53, que es uno de los últimos Fellowship en servicio en el mundo, arribó desde El Palomar (BsAs) en la mañana, para prontamente partir hacia la provincia de Santa Cruz, previa escala en Bariloche.







mas información también en esta pagina (VER)

lunes, 8 de septiembre de 2025

Ejercitación Pre-Antartica Glaciar 2025

Nuevamente, se realiza en la ciudad neuquina de Loncopué, el "ejercicio pre-antártico Glaciar 2025" y al igual que años anteriores, les mostramos un poco del movimiento de aeronaves militares que tiene el pequeño aeródromo por estos días.

Participan medios de M. Moreno, Mendoza, Palomar, Paraná, Comodoro Rivadavia y Río Gallegos, entrenando para la próxima Campaña Antártica. Aunque no salen en las fotos, también fueron afectados otros medios logísticos (transporte) como ser Hercules C-130 y Embraer ERJ140LR.


















todas las fotos FRJ.

ver ediciones anteriores en ESTE LINK

sábado, 6 de septiembre de 2025

Movimientos de esta ultima semana en Neuquen

Dejamos algunas imágenes de nuestro colaborador, tomadas esta ultima semana en la aproximación al aeropuerto de la ciudad de Neuquén.



Airbus A321-271NX (CC-AWW)

Gulfstream G400 (LV-JQW)

ATR 42-600 (LV-KKZ)

Cessna 560 Citation Ultra sanitario (LV-JQV)

Raytheon Hawker 800XP (LV-ZTR)


todas las fotos Valentin Artus

martes, 26 de agosto de 2025

1er vuelo comercial del LV-KNQ

 


Ayer, 25Ago2025 cumplió su primer servicio comercial el nuevo Boeing 737MAX incorporado por Aerolíneas Argentinas. La máquina LV-KNQ (cn.68126/9229) realizó el vuelo AR1498 Ezeiza – Salta. Esta aeronave había sido entregada el 30Jul2025, con esta incorporación son 13 los 737MAX de Aerolíneas Argentinas.



Agradecemos a nuestro amigo Valentín Artus que siempre está atento y nos avisó, y a Sebastián Acosta por las fotos.